Fuego
Fuego en el pelo,  fuego en los ojos,  andar fugaz de diamantes rojos.   Árbol en llamas  corazón de tizón,  hoja a hoja, tu fulgor me despoja;  lentamente, de la razón,  como amantes;  en la flama.   Fuego en la piel,  fuego en la lengua,  arde quemando; en mí piel, tú paciencia.   Crepuscular, iridiscente,  tu calor todo lo toca.  ¡Hasta el éter de mí ser ruega el fuego de tu boca!;  tu palabra cual incendio vorazmente me sorprende,  invitándome a arder;  desde ahora y para siempre.