Ganándome el odio a pulso

 Son las 2 de la mañana y me he demorado cerca de dos horas en componer los e-mails que acabo de mandar a la gente del patrimonio cultural de Chile; llevo más de un año atosigándolos, agarrando toda información que me pueda llevar, porque en algún momento y mientras hablaba de estatuas en "Santiago un día cualquiera..." terminé en la investigación histórica.

Recién me arde la oreja (por suerte la derecha), lo cual de alguna forma implica que a uno de los que le entró mi correo, no me ha de odiar tanto, pero el resto si... O eso gustaría de creer.

 Porque para eso les mando correos a las 1am, para que el subconsciente en mitad del sueño, reciba una notificación que en su mente (despierto o dormido, da igual) y les haga pensar: a quién mierda se le ocurre huevear a las 2am un fin de semana?

A mi, hermano. A mí se me ocurre. No hay tregua.

Eso, me falta más que lo que ya he leído por leer, me engañé ignorantemente en la primera cuenta; pero a pesar de eso, éste es el año en que termino de escribir todo lo pendiente... Y son como 4 libros que tengo a medio hacer, porque están medio escritos desde el 2019. Antes del estallido social de Chile. 


Eso, abrazo libre de covid. 

D. 

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