El viento insufla la cortina que curte el cubrecamas que en cordillera se alza, en dos cuerpos que en abrazo se yerguen, ondeando bajo el velo de la noche. Uno; y sobre, y entre, y junto. Placas tectónicas; corrientes, dibujan un mapa sólo reconocible entre quiénes recorren la vastedad de la cama; coronando esquinas en ascenso, orlando espumas serpentinas. La aurora los performa. Sus formas ondeantes decantan en la luz que proyectan hacia la esfera del atardecer. Un nimbus, atrás, recibe la sombra de este cortejo que es reflejo de la singularidad de esos cuerpos ondulando, que de tanto en tanto, pasan de plano a montañedad.
El último avatar de la resistencia logró llegar a lo más recóndito de la máquina, desconectando la última fuente de energía de la inteligencia artificial, que se había tornado en contra del ser humano. El chirrido del metal de las muchísimas máquinas que batallaban la última de las guerras, ya libre del ánima energética que les insuflaba, se volvió casi inaudible al caer en sí misma. El ruido era sólo superado por la alarma que marcaba el éxito de la operación, según creíamos nosotros. De pronto, una voz metálica salió de los aún activos parlantes, y repitió la misma frase, en varios idiomas. … Si nous mourons, nous ne partons pas seuls - Si morimos, no nos vamos solos - Si morimur, non solum relinquere – If we die, we’re not going alone - Se moriamo, non ce ne andiamo soli … Y del cielo comenzaron a caer sobre los escasos po...
Corría el año 2057 y, nuevamente, algo extinto en nuestros teclados, resurgía de la tumba. El arroba, o @, existente en máquinas de escribir antiguas, provenía de una antigua forma de medición de peso. Líquido cabía en las arrobas, comúnmente de roble, que transportaban elixires a lo largo del globo. Pero ese ícono, que aterrizó en las máquinas de escribir y que suponía anotar información numérica, cayó en desuso. Hasta el e-mail. Larga vida al e-mail, que también cayó en desuso, absorbido y abducido por la tecnología que le precedió. No sé hace cuánto de eso, pero una supuesta usuaria en alguna red social del futuro, dijo que parecía un gato hecho bolita. Cara en la panza, cola rodeándole. Forma y contaforma. Y desde ahí que el arroba, cuál kanji, significa gato enroscado en si mismo. En las redes sociales de ahora, hacen fotogramas, con el isotipo gatuno. O sea; hacemos las mismas cosas de ahora, pero en el futuro...
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