Cien años de perdón - Anecdotario

 Corrían o los últimos meses del 2022, o los primeros del 2023; cuando recordé que uno de mis libros, se vendía en una de las "grandes franquicias de librerías" que pululan en Chile. Que Leo es el nombre de la mentada cadena; y la sucursal a la que refiero era la de Providencia. Era, porque ya no existe. 

Al poco tiempo de ese recuerdo fugaz, fui a la editorial y hablé con mi editora sobre las ventas del libro, quien me comentó que en Recoletras, se habían acabado. Cuando le pregunto por las ventas del libro en la Que Leo, hace una mueca de espanto, y procede a contarme con su voz de décadas de fumar cigarrillo, la siguiente historia:

"¡No sabís nada, David! El pelao dueño de la librería, hizo un remate y bajó todos los libros a mil. Vendió todo y desapareció dejando millones en deudas. Y de pasada, nos cagó a todas las editoriales de Chile". Nah que hacer —pensé pa mis adentros.

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Poco después de publicado "Santiago", a mediados del 2019, había ido a dicha librería, buscando la continuación de un libro que un amigo me había prestado. Mientras me paseaba por la sección chilena, me aborda con timidez un trabajador de la librería, quien me toca el hombro y me consulta: ¿Tu eres David Castillo Jaramillo, el escritor? A lo que respondí que sí con profundo pudor: era la primera vez que alguien me reconocía por mi trabajo escritoral.

Conversamos poco porque a mí me dió plancha; insisto, nunca antes me había pasado eso de que me reconocieran, y yo no sabía cómo reaccionar. Sin embargo, me contó que mi libro había llegado hace unas semanas junto a otros tantos de la editorial, y que ya se lo había leído. Le encantó, lo tenía en la casa, y aún no lo devolvía a la librería.

Espero honestamente, que no lo haya devuelto.

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Hace poco pasé al GAM (o centro cultural Gabriela Mistral), en cuya librería también está supuestamente mi libro, pero no encontré un solo ejemplar. Y mi editora, está vez, no sabe nada.

Steal it

Trent Reznor —