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Servitud

El intelecto es esclavo, del demonio de la ambición. La razón se alcanza, cuando piensa El corazón.

La Excepción

(Excepción/P11052027H12:13XYZT/Log) - Por favor Paz, no te vayas, déjame explicarte todo... Se que sueno como un maldito lunático cuando te digo que es segunda vez en el día que te cuento ésta misma historia; y que la primera vez será en un par de horas más, después que subas a tu auto y conduzcas para siempre fuera de mi vida. Se que para ti; hace menos de una hora te di el baldazo de agua de nuestro fin inapelable en pro de mi persecución por la ciencia, o la carrera, o la grandeza... (es difícil de recordar a ésta altura) pero para mi ha pasado mucho tiempo más. Pues si, puedo ver que estás hecho mierda en comparación al almuerzo - me replica mientras se enjuga las lágrimas, comprensiblemente molesta. Me acaricia suavemente la cara; aún atónita, reconociéndome con las yemas de los dedos, con la punta de la nariz, con la suavidad de sus labios sobre mis párpados. Me huele el pelo y luego bajo el cuello mientras apretamos nuestros cuerpos en un abrazo que era imposible para a...

El Cuervo

El Cuervo - Edgar Allan Poe (Traducción del original en inglés a español por David Castillo Jaramillo) ________________________ Una medianoche apenada, triste y débil, cavilaba. Perdido en tomos antiguos del saber desconocido, cabeceaba casi dormido, cuando de pronto, el sonido de un golpe casi inaudible, oyose a la puerta tocar. "Una visita" -musité, "oí a la puerta tocar". Sólo es eso y nada más. Ah, lo recuerdo claramente, fue en un gélido diciembre, en que a todo el ascua hizo danzar sombras, en el piso. En vano yo esperaba un mañana que no llegaba. Y entre libros ocultaba el dolor de perder a Leonor. A la bella y rara doncella a quien los ángeles llaman Leonor. Eternamente ajena a mi clamor. Cada purpúrea cortina tristes sedas susurraba y de terror inflamaba mis peores fantasías. Me paré, infundiendo fuerzas a mi loco corazón. "Son visitas" -repetí, "golpeando a la habitación; un ...

XIV - La Templanza

Se abrió el pecho por vez final, y exhalando un último aliento, extrajo el único fragmento, que quedó de amor fatal. Tendida, ahí sin vida, lo negro empezó a manar. Y la herida, poco a poco, comenzó a cicatrizar. ¿Estoy viva? - Y se miró, recién muerta se gustó. Con la mano sacudió los restos de lo que fue. Se puso en pie nuevamente y conociéndose valiente, No quiso dar paso al frente y altiro se fue a trotar. Y corrió hasta el final, como a quien le lleva el viento; como al dolor del fragmento; fruto, de un mal amar.

La Piel (Un firmamento)

La piel, un firmamento. (Le digo; mientras me encuentro, en absorta contemplación... del cometa, que se asoma, por su labio superior). La piel, un firmamento. Promesa y destino cierto; del planeta en tu rodilla con la punta de mi dedo, que navega en leve ascenso; (Sonríes, suave cosquilla) dibujando un mapa en ti, exacto, de éste momento. ¿Es la piel un firmamento? (Consulto; mientras enmendo, el error de todos esos que viendo éste monumento de tal fémina deidad... No supieron arrancar de su cuello; y con besos, de tus noches todo eso, que has de llamar soledad) La piel. Un firmamento. Afirmas (mientras me encuentro sumido en tu vía lactea, tus manos entre mi pelo) y pides; casi gimiendo, poner fin al sufrimiento, de la carne que te clama  que te entregues a mi cuerpo. ¡La piel es un firmamento! (Gimes fuerte en mi oído) Dos universos en uno, entre jadeo y maullido. Clavando uñas y dientes, orgasmo de luz-sonido, y tus ojos; arden soles, del fi...

You took the wrong path

You took the wrong path, I've seen. - Said the Cat to Alice, with a grin. It was not the path to your right, it was not the path in between, and certaintly; was not, the path where you shoot down and kill. But i have to kill someone! - said Alice, in a scream. Well'f the kill is a must, then you better make safe, not to kill the wrong one, or you'll cry-thrice-the-same. But the answer was told, with no one to hear it. Alice went down the road, and into the forest, disappeared...

Requiem por un arácnido

Todas las arañas lo sabían, lo cantaban desde la primera canción de cuna, al último de los requiems arácnidos; una vez que oías la música de la Diosa, eras araña muerta. Otras historias contaban anécdotas menos trágicas, sobre cómo la canción había sanado a quienes por milagro o compasión, habían logrado salvar ilesos el final de la canción. Pero cuando la oías, era la gloria. La sentías venir por todo lugar capaz de transportar la gran vibración: primero, en todo agujero que contenga nuestro refugio; segundo, en todo el tejido que conforma nuestro hogar. Cada hebra de cada tela de araña vibra, al unísono. Y luego nosotros con ella. Y algunos, son irrefrenablemente atraídos al origen de ésta maravillosa vibración, a la visión perfecta de la Diosa en todo su esplendor. De los colores que emanan de ella; mientras teje cuerda contra cuerda, la más bella de todas las canciones... * * ** *** ** * * - ¿Uh? ¿qué pasó? ¿por qué dejaste de tocar violín? - Tenía una araña... pero y...